miércoles, 28 de noviembre de 2007

hace un tiempo.

Fue algo químico, obsolutamente arrollador. No podía creerlo. Ya no estaba solo, me sentí menos mal. Había encontrado un amigo. Mi mejor aamigo. Había encotrado un doble.
por fin.
fue por casualidad. Como en las películas. Juato cuando uno cree que ya no hay caso, que todo está perdido, que jamás ni por casualidad va a salir del oyo o desprenderse de esa horrorosa sensación de estancamiento que hace que uno sólo se aburra, que todo dé lo mismo, eso de no sentir ninguna satisfacción por nada ni por nadie, sucede algo que logra descolocar.
que me descolocó, digamos. Que me mató.

Alberto Fuguet.

domingo, 25 de noviembre de 2007















yo era una piba triste y encantada
de Beatles, ciruelas verdes y tulipanes.
los libros, las canciones y el toca discos
el cine, las distancias, las mentiras
mi padre, jugo de frutilla, los amaneceres, el coñac de café
los óleos, el amor, las veredas
las risa, el dolor y mis 5 abuelos
me hicieron esta loca inentendible.

aun sigo sentándome en la ex casa de mi abuela, que es el mejor lugar de esta ciudad, me compro una compota y me siento una rato, veo pasar los autos y logro algo de paz.
me acuerdo de las tardes de sol en el patio comiendo ciruelas verdes con mis primos cuando todo era más simple y bonito. Me acuerdo de las flores de mi abuela, de los juegos de cartas, las moras, los diarios viejos de mi abuelo, el gato negro y los juegos con mis primos, cuando no faltaba nada más, cuando con mi papá escuchábamos cuentos en el toca discos y bailábamos quién es la que viene ahí?, de los tres...que sin duda es la canción de mi infancia.
después vinieron tiempos de distancias, de secretos y cesantía. Me volví una niña sola, aislada y miedosa, ya no veía tanto a mis abuelos, mi vida estaba entre el colegio, la antigua cara de mi papá, mi casa en sombra y las llamadas a larga distancia de mi mamá. Todo era dolor.
Las cosas han cambiado, me doy cuenta que aunque halla sido difícil y húmeda, no debo olvidar las cosas buenas que pasaron en mi infancia, mis sueños, las noches de estrellas, las respuestas infinitas de mi papá, las caricias de mi mamá, las sonrisas de mis hermanos, el rostro comprensivo de mis perritas.
Ahora que estoy logrando perdonar a mi papá y que tengo que apoyar más que nunca a mi mamá,
logro asimilar que todas las experiencias sirven de algo.

miércoles, 21 de noviembre de 2007















Está claro, soy un extra en mi propia vida. No he tenido dirección, me he confundido con los decorados, mi personaje no aparece siquiera en los créditos.
Estoy en algo así como el segundo acto de un capítulo aislado de una serie de televisión que ya se ha dado hasta el cansancio. Aún no sé cuál será mi epílogo, pero sé que lo tendré. Tengo que tenerlo es lógico.
Digamos que estoy en el punto intermedio de mi vida. No sé realmente cuál es, pero sé que es un momento de transición más que de decisión. O sea, un momento privilegiado, que no siempre ocurre, un gran lugar desde donde mirar lo que vendrá y, peor aún, lo que pasó.
Estoy en la punta del Empire State, no funcionan los telescopios y está nublado. ¿se entiende? Digamos que así me siento. Así estoy.
Pasemos a comerciales, será mejor.


suena Charlie Parker - If i should lose you

miércoles, 14 de noviembre de 2007








- Escucha, hay veces en que la vida te pide un cambio, una transición, como las estaciones.
Nuestra primavera fue maravillosa, pero ahora ya ha terminado el verano,
hemos dejado pasar nuestro otoño y ahora de repente hace tanto frío,
tanto frío que todo se está congelando a nuestro alrededor.
Nuestro amor se ha dormido y la nieve lo ha tomado por sorpresa.
Pero si te duermes en la nieve, no oirás la llegada de la muerte, cuídate.

domingo, 11 de noviembre de 2007

sedantes

a veces me resulta difícil mantener el equilibrio, balancear los pensamientos que vienen a mi mente en distintos momentos del día, sobretodo hoy cuando hay mucha mierda conviviendo en mi cabeza.
uno se llama rabia, hay otro que se llama impotencia y la pena que aún perdura.
a veces necesito sedantes, cuando el café y los cigarrillos ya no logran hacer efecto, recurro a otras drogas suaves que la mayoría de las veces me alejan de lo que hay acá abajo, donde paso la mayor parte del tiempo. De vez en cuando es bueno evadir todo esto, las responsabilidades, el autocontrol, los problemas triviales, (que en conjunto son un gran problema), el aburrimiento, la rutina, la misma gente, rencores familiares, crisis vocacionales, presiones, complejos, dolores pasados que aún penan, y unos cuantos rollos más que de vez en cuanto salen de control.
Esa noche de tequilas y un poco que medicina, logré ver más allá, entendí que necesito algo o alguien...no sé bien. Sería bueno poder encontrar esa paz que una vez perdí, esa alegría crónica que ya no siento. Encontrar a alguien que quiera salir en bicicleta hacia algún lugar, pianos o jazz de fondo, algunas dosis de alcohol, y una larga caminata por esta ciudad, caminando bajo los focos de luz con algunas de esas vueltas de baile para reírme un rato, mirar las estrellas bajo el efecto de la canabis ...quizás es pedir mucho, lo cierto es que ya no buscaré nada, esperaré a que las cosas sucedan.

i know you,
you know me,
one thing i can tell you is you got to be free.
come together right now over me.

esta vez sonaba Don't let me down.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Diez minutos de descanso

(el lector y el traductor fuman sus cigarrillos con placentera afinidad. Se asoman a un amplio ventanal y observan desde la altura el magnífico atardecer de otoño, que tiene luces y tonos de un aútentico cielo de gloria,cencebido por un gran pintor. Luego, sus miradas se sientes optimistas ante el panorama de los tejados, terrazas y agujas; los ojos pasean con voluptiosidad de gatos sobre el arbitrario amontonamiento. De abajo suben los ruidos de la calle, creados por esa ingenua actividad ciudadana que tan bien aprecian los desocupados. El lector y el traductor han cambiado pocas palabras: sus cigarros acaban ya y la pausa queda consumida en el cenicero. Cierra el lector otra vez la hoja de cristales, y, sentándose denuevo, invita a su interlocutor con un gesto de interés deferente.)